El hallazgo de una nueva libertad: la década de 1970

Durante los primeros años de la década de 1970, tras su divorcio de Motherwell, Helen Frankenthaler llevó a cabo una reinvención de sí misma. Dedicaba los veranos a viajar (por Italia, Francia, Austria, Bélgica e Inglaterra). Alquiló una casa con estudio a orillas del mar en Stamford, Connecticut, y comenzó a pasar más tiempo fuera de la ciudad de Nueva York; con el tiempo, adquirió una propiedad en las proximidades, en Shippan Point, donde se hizo un nuevo estudio.

Desde su salón, Frankenthaler disfrutaba de excelentes vistas sobre el estrecho de Long Island. Las marinas, junto con los paisajes terrestres, fueron el punto de partida de otro tipo de abstracción pictórica, tonal y atmosférica, como la de Ocean Drive West #1 (1974). Una serie de composiciones a base de “franjas” de mediados de la década de 1970 evocan las líneas ascendentes de un paisaje urbano. Las tiras verticales blancas que se extienden a ambos lados en Plexo resuenan con la misma energía errática que los bloques de El límite humano (1967).

 
Mañanas (1971) forma parte de un conjunto de imágenes que recuerdan a formaciones geológicas o cavidades anatómicas. En algunos cuadros abstractos de principios de la década de 1970, un profundo valle evoca el canal del parto, donde manchas y derrames de color, como pequeños cuerpos orgánicos, ocupan estrechos pasajes. Las abstracciones que Frankenthaler concibió entre 1969 y 1973 siguen siendo ambiguas, aunque algunas circunstancias vitales tal vez podrían matizar su significado.